8 mar 2019

Probamos los protectores auditivos Peltor H4A de 3M


Desde hace tiempo se sabe que el oído humano es extraordinariamente sensible al sonido, y de la misma forma que este sentido nos es útil para nuestro quehacer diario (y para sobrevivir en ambientes hostiles), también esa sensibilidad tiene su contrapunto: un sonido demasiado elevado o, aunque no sea elevado, constante, puede dañarlo.

Además de lo anterior, a veces necesitamos el silencio simplemente para realizar nuestras tareas cotidianas (estudiar, trabajar...), algo que, por desgracia, no podemos todos disfrutar, con lo que nos resta concentración y nos vuelve, además, más irascibles.




Por todo ello los cascos, orejeras o reductores de sonido son un buen medio para lograr reducir a niveles "soportables" o, en el mejor de los casos, eliminar (la mayoría se acepta como sonido permisible en torno a los 15 dB de entrada) esos molestos ruidos que nos amenazan en nuestra vida diaria o en el ambiente de trabajo en el que desarrollemos nuestra actividad.

El modelo que os presentamos pues, para este fin, y en esta ocasión, es el H4A de Peltor, la submarca de 3M especializada en orejeras de seguridad. Externamente los cascos de protección H4A se pueden distinguir por varias partes, cada una de ellas cumpliendo un papel muy específico: la diadema, formada por dos alambres metálicas resistentes, tiene como principal objetivo fijar y asegurar firmemente los cascos en su posición. Está unida por una zona acolchada que la dota de estabilidad.


A la diadema se unen dos horquillas, formando el arnés, sobre las que pueden pivotar y moverse en unos pocos grados los cascos propiamente dichos, con el fin de adaptarse a la cabeza. Esta pieza se fija a la carcasa del casco, la parte exterior más notoria y visible, que integra los elementos aislantes y absorbentes de ruidos. En su parte interior encontramos dos piezas fundamentales: una corona de esponja con exterior de goma (almohadillas), elemento que debe amoldarse al exterior de la oreja, para cubrirla por entero -es la encargada de realizar el sellado- y, en la parte central, una esponja aislante, que eliminará y hará de filtro de los ruidos.

La verdad es que con este modelo no podemos esperar un aislamiento total, algunas frecuencias se siguen oyendo y tiene problemas para aislar completamente el ruido exterior. Un buen sistema es complementar estos cascos con unos tapones de oídos, lo cual sí reduce casi en su totalidad los ruidos. También es un buen apoyo si queremos aislarnos del mundo exterior escuchando música, puesto que podemos poner unos auriculares en el oído y, a continuación, cubrir las orejas con los cascos de protección auditiva. No obstante esta solución me parece bastante expeditiva, máxime si tenemos en cuenta que en el mercado ya existen auriculares para música integrados en cascos especiales para tal fin lo que, además, nos aportará una comodidad mayor.


Hay que tener en cuenta también, antes de adquirir unos cascos de protección u orejeras, que no todos sirven para todo el mundo, habiendo distintas tallas para los diferentes tamaños de orejas. Una de las razones de ello es que el casco debe cubrir la oreja en su totalidad, de no hacerlo, si existe un hueco que impida un sellado "hermético", el sonido se filtrará y su utilidad se verá drásticamente mermada. En Peltor existen códigos que nos informan de la talla, habiendo medidas pequeñas, medianas y grandes (EN352-1 y EN352-3).

Como veis comparando las imágenes de la filtración de sonidos, son bastante diferentes respecto a la filtración y aislamiento que nos ofrecen unos tapones. En este caso podéis ver la tabla de aislamiento de los cascos, junto con la de aislamiento de los tapones, también de 3M. Como seguramente para muchos de vosotros esa tabla os dirá muy poco o nada, vayamos pues con un poco de teoría, explicada de una forma clara y sencilla y que seguramente cualquiera, aún sin formación técnica, lo entenderá.


Como ya sabéis, existen diversos modelos de protectores auditivos en Peltor, los más caros se utilizan para filtrar ruidos de gran potencia, pero hay que tener algo en consideración: el sonido se propaga a través de ondas y se mide en decibelios, que no es más que una interpretación logarítmica del sonido. Como toda onda, su potencia no viene dada solo por su intensidad, sino por su frecuencia, por lo cual es fácil entender la dificultad de un sistema que filtre todo y en toda la franja del espectro auditivo.

Así, podemos encontrarnos que algunas orejeras de protección pueden atenuar frecuencias de 2000 Hz a 30 dB, mientras que a 500 Hz solo la pueden atenuar a 25 dB, mientras que otros pueden atenuar las mismas frecuencias de 2000 Hz a 25 dB, y de 500 a 15 dB. O dicho de otra forma: modelos que atenúen con la misma eficiencia a 500 dB, pueden funcionar muy distinto a 2000, o a 4000 Hz. No hablemos ya a frecuencias bajas. Un buen modelo que trabaje a 2000 Hz, puede resultar incompetente a 500 Hz. Y 500 Hz, con un volumen alto, pueden molestar tanto como 1000 Hz.


Sé que todo esto es teoría muy difícil de entender para quien no esté muy familiarizado con frecuencias, por eso os adjuntamos un vídeo donde podéis apreciar cómo son las diferentes frecuencias, y ver además sus longitudes. También podréis observar una llamativa curiosidad: a 500 Hz puede resultar más molesto un sonido, que a 1600 Hz, debido a la amplitud de su onda. Os recomiendo que pongáis el volumen al máximo (siempre y cuando vuestros altavoces no sean demasiado potentes) y apreciéis cómo hay frecuencias más molestas aunque el volumen sea el mismo (no estéis mucho rato escuchándolo, porque os puede quedar el llamado "ruido residual"):


Ante esto conviene recalcar la importancia de una elección acertada según el tipo de trabajo o ruido que queramos no eliminar, sino en muchos casos, reducir para que no sea dañino. Hay que considerar también que ciertos niveles de ruidos, aunque en un corto periodo de tiempo no sean dañinos, cuando es repetitivo y se alarga durante las horas de una jornada laboral puede llegar a producir daños o reducción del umbral auditivo, con cierto grado de sordera.

Por todo ello cualquier trabajador con máquinas a motor que no cuenten con la suficiente protección o con niveles de ruido elevados, debe utilizar en todo momento este tipo de equipos de protección, aunque inicialmente, en su opinión, no le parezca ni le resulte lo suficientemente elevado como para ser dañino. A la larga sí puede resultar perjudicial, y por ello el departamento de seguridad de la empresa debe valorar muy bien no solamente qué ruidos pueden ser potencialmente dañinos, sino qué tipo de protectores auditivos son los más adecuados para eliminarlo o, al menos, reducirlo a niveles seguros y cómodos para trabajar.


Para ayudar y facilitar en esta finalidad a los especialistas de seguridad e higiene en el trabajo, 3M cuenta con el sistema Optime Alert. Éste sistema, como podéis apreciar en el embalaje de las imágenes con la indicación superior, es un métido sencillo de clasificación, muy intuitivo. Se trata en el caso del modelo Peltor H4A de un cuadrado en rojo con un punto, lo que nos informa claramente de hasta cuantos decibelios es capaz de filtrar los cascos. En este caso comprende rangos de 87 a 98 dB. Dos puntos sería de 94 a 105 dB, y tres puntos de 95 a 110 dB. Un cuadrado en verde filtraría menos de 85 dB, y uno amarillo indicaría filtración de 83 a 93 dB. Como se puede apreciar por la franja a color de ruido, de 60 a 70 sería el ruido de una conversación, luego vendría el ruido de maquinaria, luego el de maquinaria industrial, y luego el ruido de aviones en un aeropuerto.

Como hemos explicado antes, la capacidad de atenuación depende de la frecuencia y amplitud (lo que popularmente se conoce como volumen). La atenuación más eficaz la encontramos en los 125 y 250 Hz, siendo capaz de rebajarlos hasta los 6,5 y 8,8 dB, respectivamente.


Para entender los valores de atenuación debemos considerar que:
- APVf es la llamada Protección Conferida, es decir: la diferencia entre la atenuación media, y la estándar (o sea: Mf-sf).
- MF es la atenuación media.
- sf : es la desviación estándar.
- H: Es la atenuación a altas frecuencias.
- M: Es la atenuación a frecuencias medias.
- L: Es la atenuación a frecuencias altas.
- SNR: Es la atenuación Global (el nivel de protección total considerando todas las bandas de frecuencia entre los 63 Hz y los 8000 Hz).

Entre las imágenes que os adjuntamos, os añadimos el sistema Optime de Peltor al completo para que lo tengáis de referencia.


Indicaciones finales:
- España es uno de los países más ruidosos del mundo en la actualidad.
- Casi 9 millones de españoles soporten niveles de ruido de más de 65 dB, el límite que debería soportar una persona según la O.M.S.
- Según la UE, uno de los mayores retos a los que se enfrentan los países miembros es la contaminación acústica.
- El ruido es en la actualidad uno de los mayores factores de inestabilidad y una de las principales fuentes de malestar de la vida moderna.
- Unos niveles moderados de ruido de manera constante pueden desencadenar pérdida de audición a largo plazo.
- El oído humano, una vez perdida determinada capacidad de audición, no puede recuperarse.
- El ruido no solo altera el sueño y causa irascibilidad, sino que además puede desencadenar episodios de estrés e incluso depresión.
- La contaminación acústica es, curiosamente, una de las formas de contaminación más permisibles y a la que los organismos oficiales y la legislación tratan con menos severidad.
- El tráfico rodado y las actividades de ocio son los principales focos de contaminación acústica.








| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com

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