7 mar 2019

Detalles de Predator 2018


Como escritor de ciencia-ficción, la temática alienígena me atrae mucho. De manera que cuando acontece algún lanzamieno cinematográfico con argumento extraterrestre, siempre intento verlo.

Uno de esos últimos lanzamientos ha sido Predator ("The Predator", "Depredador", de Shane Black). No era fácil llegar a la altura de su primera (y sobre todo segunda) película, e incluso no era fácil llegar a la altura de sus precuelas Alien vs Predator, y de hecho el reto ha sido tal que a los guionistas, directores y productores de Predator 2018 les ha quedado muy, muy grande.




Dejando aparte que el guión no se sostiene por ningún lado (mezcla divorcios, ejército, un niño superdotado y una bióloga cuyo papel en la película es solamente el de servir de "figurín" femenino, bien perfectamente la podrían haber hecho sin ella y su falta ni se habría notado), la película, aún contando con un monumental presupuesto (88 millones de dólares, ni más ni menos) parece un filme de serie B.

Los efectos especiales dejan muchísimo que desear pero es que además, con la excusa de que todo acontece en la noche de halloween (qué casualidad...), todas las secuencias transcurren de noche, en plena oscuridad. Eso hace que durante más de hora y media que dura el metraje solo estemos viendo reflejos, luces, y brillos de explosiones. Sin olvidar lo molesto que resulta ver una película entera así, que se supone que es de acción pero, con los escenarios nocturnos, se pierde toda la acción.

Sería excusable, o al menos comprensible, si la película fuera una producción de aficionados o de bajo presupuesto, ya que en la oscuridad y en escenas nocturnas se pueden disimular más los malos efectos especiales y salen más baratos (y fáciles) los fotogramas retocados, puesto que podemos obviar ciertos retoques y el maquillaje y demás elementos no se notan tanto si es de mala calidad o están mal hechos, como quedaría evidente a la luz del día.


Es, por lo tanto, lamentable que difundan esta película bajo la saga Predator, mas aún si tenemos en cuenta que el universo Predator podría dar para mucho más, y para tramas más suculentas. A bote pronto se me ocurre, por ejemplo, introducir a She Predator (que ya va siendo hora...), o realizar la película en un entorno más impactante: ver algo más de la tecnología/sociedad Predator, y profundizar más en la acción introduciendo el suspense y el pánico, tipo Terminator. Nada de esto han hecho, y les ha quedado un bodrio insoportable, que te dan ganas de salir del cine a la media hora. E insisto: que intenten racanear en efectos especiales, llevando toda la trama a escenas nocturnas o intentando que sean lo más oscuras posibles, para que les salgan más fáciles en postproducción, en una película cuyo principal incentivo son, precisamente, los efectos especiales, es ya la gota que colma el vaso.

De buenas a primeras, el niño superdotado destruye una casa y mata a un hombre, una violencia gratuita que sobraba -y más en un niño de tan corta edad- y que es absolutamente prescindible: no aporta nada, y ni siquiera da emoción; y luego resulta que los Predator están intentando mezclarse con las humanas... Y para ponerle la guinda al desastre, llega un Predator estilo gigante, muestra evidente de la falta de imaginación e ideas de sus guionistas. En fin, una película para olvidar, que no merece ni llevar el nombre de la saga y que, si no la has visto, te aconsejo que no tires el dinero en la entrada de cine, porque no merece la pena verla más allá de sus primeros seis minutos.

| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com

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