7 mar 2019

Los secretos que encierra un móvil "dummy"


En algunas ocasiones viene bien usar teléfonos móviles para acompañar algunas fotografías de estudio, bien en algunas reviews como a veces hemos hecho, o en la presentación de algún objeto afín, como puede ser un reloj digital. El problema es que un móvil (o un smartphone) es un poco molesto a la hora de hacer las fotos, ya que tienes que estar pendiente todo el rato de que su pantalla no se apague y, además, los brillos que esa produce tampoco quedan demasiado bien. Otro problema es su batería. Si conservas un móvil "de figurante", la mayoría de las veces cuando lo necesites te lo encontrarás sin batería, o con muy poca carga.

Ante eso, una de las soluciones que mejor resultan es un teléfono de maqueta, lo que se conoce como un "teléfono dummy". Son los mismos teléfonos que se suelen ver en las tiendas, de exposición, y que exteriormente no se diferencian en nada de su variante funcional excepto, obviamente, en que son simples adornos.




Aunque también existen réplicas de juguete, hay mucha diferencia entre un móvil de maqueta y uno de juguete. Por lo general los de juguete son más espartanos, y con peores acabados, mientras que los de maqueta son prácticamente calcados a los de verdad. Un detalle muy importante es que los de maqueta los suelen producir los propios fabricantes, usando moldes idénticos a los que han usado en el smartphone o móvil funcional, aunque lógicamente con distintos materiales. Por ejemplo, mientras que el móvil o smartphone funcional puede tener partes metálicas, en los dummies suelen ser simples piezas de plástico pintadas, a veces labradas sobre la propia maqueta y no una pieza diferente, como tienen los "de verdad". Aunque también es cierto que en otras ocasiones uno puede encontrarse con una maqueta con las mismas piezas hechas en el mismo material que el móvil auténtico, pero suelen ser la excepción porque una maqueta tiene que ser muy aparente, pero barata.

Otro punto a favor de los modelos dummy, es que éstos son significativamente más baratos -como os acabamos de contar- que los funcionales, porque tienen que distribuirse a muchos centros de venta. Gracias a este tipo de artilugios, podemos tener un modelo de maqueta, con un display "siempre encendido", muy útil para decorar, sin tener que cargar con todos los inconvenientes del móvil real.


La maqueta que os ponemos aquí de ejemplo corresponde a un Nokia 2730 en su variante Classic, que luego evolucionaría al Nokia C2-01, y su construcción es bastante común en el resto de maquetas de este tipo, con pequeñas diferencias pero, básicamente, todas están construidas de la misma forma.

Una maqueta es bastante simple, aunque contrariamente a lo que se suele creer, no suele ser la misma carcasa del modelo original, sino un molde en el que se han labrado todas las piezas juntas, a la vez, sin dividir, ahorrándose con ello el fabricante de hacer todo el trabajo pieza por pieza, junto con un cartón o papel, que simula el display y está colocado por debajo del plástico transparente de la pantalla.


Como la maqueta es sumamente ligera y hueca (no solo carece de las piezas individuales que la componen, en muchos casos, sino también de todos los componentes internos, obviamente, y de la batería), para simular el peso del original suele disponerse de un contrapeso, un trozo macizo de metal que se incrusta en la parte interior. Realmente es una plancha delgada, que dependiendo del peso a simular, se pueden unir con varias planchas más.

Por lo general, y aunque he dicho que exteriormente es una carcasa, la parte trasera está simulada, de hecho no suele tener la tapa de acceso a la batería, y toda la trasera es una sola pieza, siendo la tapa una simple parte grabada no operativa. Otro detalle muy llamativo es que todos los pulsadores suelen tener el mismo tacto que en el aparato real, y simulan muy bien el funcionamiento, tanto en los botones, como en los elementos accesorios (como la cubierta de la batería), aunque nada de ello sea, obviamente, funcional.


El resultado es bastante bueno porque se usa el mismo molde que se diseñó para el original, por lo tanto también puede ser un buen recurso si quieres un móvil para guardar y en su día no pudiste acceder al modelo real. Aunque he de decir que, por lo general, y salvo algunas excepciones, la mayoría de las veces nos resultará más complicado conseguir el móvil en maqueta, que el móvil real de segunda mano. Y no es porque algunos estén muy perseguidos -que también-, sino porque su distribución es muy limitada, al destinarse únicamente a tiendas oficiales de la marca.

No hay que olvidar, finalmente, un hecho que parece obvio pero que podemos pasar por alto: las maquetas, la mayoría de las veces, estaban destinadas a exposición en sitios públicos (tiendas y grandes almacenes), eso puede traer consigo que, aunque son duras, no todas han tenido una buena vida y es fácil encontrarse con maquetas que presentan un aspecto externo bastante lamentable. Pero tanto si trabajas en un estudio de fotografía, publicas habitualmente en medios gráficos o realizas trabajos visuales parecidos, el recurrir a elementos en maqueta para decorados y acompañamiento no solo es un recurso estético muy agradecido sino que, además, se puede trabajar con ellos mucho más cómodamente que con las variantes funcionales.
















| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com

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