8 mar 2019

Las marcas que venden ropa, pero no la fabrican


Estos días la BBC ha publicado un interesante reportaje sobre algunas de las marcas de ropa más conocidas, como Zara, H&M o el grupo Arcadia. La intención era saber de dónde procedían sus prendas y, para ello, se pusieron en contacto con cada firma. Como suele ser habitual, ninguna quiso hacer declaraciones y solamente Inditex (Zara) les dieron algunas pistas.

Y es que, como ocurre con el calzado, aunque en la etiqueta ponga "made in Spain" o "made in Portugal", la auténtica realidad es que si bien la prenda se confeccionó en ese país, las materias primas, o incluso partes del proceso de manufactura, vienen de otros sitios y se hacen en otras partes. En casi todos los casos alguna parte de esa prenda pasa por China casi de manera obligada.




Poniendo el ejemplo de Zara, muchas de sus prendas se confeccionan finalmente en Portugal o Marruecos (podría decirse "se unen sus partes"), pero entre medias la prenda viaja por medio mundo: el algodón sale de China ya convertido en tela, que es el trabajo podría decirse "más pesado", aunque previamente se convirtieron en ovillos en Egipto, se envia a España a teñir, y finalmente se cose en Marruecos.

Algo que debemos tener en cuenta y que las marcas tienden a intentan ocultar (o a intentar que no se sepa, al menos) es que habría que hacer una diferencia básica: poniendo el símil de la Fórmula 1, donde hay escuderías que son fabricantes, los llamados "motoristas", y hay escuderías que son meros carroceros. En el caso de Ferrari, o Mercedes-Benz, éstos son fabricantes. McLaren, o Red-Bull no hacen todo el coche, pueden ser expertos en aerodinámica, pero no fabrican sus propios motores, tienen que pedírselos "prestados" a otros. Los que son fabricantes, sin embargo, hacen ellos todo el monoplaza, íntegramente.


¿Qué ocurre con la ropa y el calzado? Pues algo muy similar. Cada vez hay menos "fabricantes" y más que son solamente "marca", o sea, imagen que se pone en una prenda fabricada por a saber quiénes. Así, H&M, Reebok, Quicksilver, Timberland..., no son fabricantes, o tienen muy poco de fabricante. Jhayber, sin embargo, sí es fabricante. Pero cuidado, ésto, que ocurre con la ropa y el calzado, cada vez ocurre con más útiles y productos que usamos a diario, como los artículos de papelería. Así, MiquelRius sí es fabricante, pero marcas de la competencia como 5Star, no lo es.

Un fabricante sabe muy bien de dónde vienen y de dónde sale cada materia prima, al menos las esenciales, dónde las compran y quiénes son sus proveedores y, por supuesto, dónde se hace el producto final. Una simple marca ignora la mayoría del proceso de producción: solamente encarga a un productor que le haga determinada cantidad cumpliendo determinados plazos, y se olvida del asunto.


Así, para abaratar costes el productor encarga a su vez a otro proveedor que le haga lo mismo más barato, y éste proveedor subcontrata a un tercero... De manera que tu bonita y cara prenda de DG acaba siendo fabricada tal vez por el mismo que hace las prendas para una tienda de chinos, o por el mismo que las hace para marcas blancas como Decathlon. Tus zapatillas Puma vienen a ser lo mismo que esas de marca blanca o de marca "Pyma", aunque, obviamente, el control de calidad no es el mismo, ni el diseño, pero sí el fabricante real de la pieza.

En resumidas cuentas, fabricantes quedan muy pocos porque no pueden competir en este contexto o porque no pueden asumir los costes de sus factorías con trabajadores justamente tratados y con salarios dignos, frente a las factorías asiáticas.

Por fortuna, cada vez hay más personas que se rebelan ante esto, no ya por defender los puestos de trabajo aquí, donde esas marcas obtienen la mayoría de sus beneficios, sino porque defendiendo el producto nacional colaboraremos a que todo el mundo pueda disfrutar de mejores productos y de mejor calidad.

| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com

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