7 mar 2019

Las debilidades y fragilidad de los Citizen Eco Drive


Esta mañana comentaba con un chaval lo contento que estoy con mi nuevo reloj mecánico. Y, a la vez, hemos aprovechado para intercambiar algunos recuerdos y anécdotas, en especial sobre la relojería. Porque yo recordaba que él había adquirido un reloj mecánico, pero no estaba muy claro en mi memoria la marca. Me dijo que en realidad era un Citizen Eco-Drive, según la publicidad de la marca japonesa (¡siempre la publicidad!), el reloj podía recargarse con un poco de cualquier luz (por cierto, aún siguen poniéndolo en su web). Le costó lo suyo adquirir el Citizen en la relojería de su barrio que, como podéis suponer, no tienen los precios que para estas cosas sí tienen en tiendas online como Amazon. Cuando lo tenía en su casa, el Citizen de marras no cargaba. Me sorprendió que me dijera eso porque, si algo tienen de buena fama los Citizen, es en sus acumuladores. Pero es evidente que en todas las marcas cuecen habas.

Volvió a la relojería desesperado, y el relojero le dijo que esos acumuladores ("baterías", les llamó) eran duros de roer y que siguiera insistiendo hasta recargarlo, poniéndolo a una ventana con mucha luz. Por supuesto este chico acabó harto, porque encima de que adquieras nuevo tu reloj, no puedas disfrutarlo, y tengas que "usarlo" viéndolo apoyado en la repisa de tu ventana, no es precisamente la mejor experiencia de compra.




Harto de Citizen y de que se rieran de él en la relojería, decidió simplemente devolverlo. Esto fue toda una aventura también, con alguna que otra visita a la Oficina del Consumidor de su provincia.

Personalmente, y sabiendo un poco cómo funciona Citizen en España, su caso no me extrañó: relojes baratos pero que dejan bastante que desear, SAT que hace oídos sordos, y servicio de atención al cliente no pésimo, porque si al menos fuera eso... Más bien Servicio de Atención al Cliente inexistente. Así es Citizen en España a día de hoy, de manera que adquirir un reloj de esa marca es todo un riesgo y una tirada a los dados: puede salirte bien, y puede salirte mal. Y si te sale mal, nadie te va a responder de tu reloj.


Por supuesto en este caso que os acabo de comentar, la persona quedó tan traumatizada con Citizen que tiene muy claro que no volverá nunca a comprar un reloj de esa marca ni en sueños, porque todo lo que le vendían en su publicidad, al menos en su caso, era falso. Es cierto que eso puede ocurrir, puede haber -y de hecho hay- acumuladores de los Eco-Drive defectuosos, lo verdaderamente penoso y lamentable es que nadie responda tras haberte llevado un reloj nuevo, y se anden pasando la pelota unos a otros y nadie quiera "cargar con el muerto" (en este caso, con el reloj).

Una pena, porque Citizen tiene precios muy competitivos, pero claro, si el reloj es un desastre, pues ni aunque los regalen servirán para nada.

| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com

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