Entre los componentes de mi "kit de supervivencia en ciudad" (ya hablaré de él, si se tercia, en otra ocasión) se encuentra una de las navajas suizas del fabricante Victorinox, concretamente el modelo Victorinox 0.6223 del que os voy a hablar (aunque por clasificación creo que es el modelo Victorinox 0.6222 y que se equivocaron de funda, pero en fin, no es muy importante ese detalle). La razón de elegir una navaja y haber abandonado mi anterior "tarjeta de supervivencia" (que incluía navaja, y varias cosas más), es que la tarjeta, además de más cara, es más aparatosa y, además, ya os conté que había extraviado (bueno, "me habían extraviado") el cortaplumas, que es uno de los elementos más importantes de todo kit de este estilo.
Así que un día vi que, en el llavero de un chico al que a veces acompaño, llevaba una pequeña navaja con utensilios muy interesantes, como es una lima, pequeñas tijeras, mini-destornillador, pinzas y mondadientes. Me sorprendió su precio, cuando se lo pregunté: 15 €, ni más ni menos. 15 € por una navaja minúscula es bastante caro, así que intenté buscar alguna alternativa.
Tras consultar en varias tiendas, descubrí que alternativas hay, pero o bien de calidad muy mala (de marcas españolas, pero hechas en China) o más aparatosas, por lo que la navaja dejaba de ser útil para los fines a los que quería usarla. Así que visité una tienda de pesca y cual fue mi sorpresa que la conseguí por algo más de 10 €, lo que deja bien patente que entre tiendas y tiendas los precios pueden subir bastante notablemente y, como acabo de decir, sabiendo que no hay muchas más alternativas medianamente buenas a Victorinox, en algunas tiendas se aprovechan.
Como suelo hacer, decidí entablar conversación con el vendedor y llevarme además de la navaja alguna información "extra" o interesante, y le consulté sobre mi añorada marca Wenger. De Wenger aún conservo (bastante maltrecha, pero la conservo) una de sus navajas suiza, por lo que espero hacer una comparativa si tengo la oportunidad con una Victorinox, ya veré si es posible. También conservo de Wenger recuerdos muy gratos, fue una navaja que exploté al máximo y de ella no puedo decir nada más que bondades, con una calidad soberbia y unos acabados muy por encima (muchísimo por encima) de los de las Victorinox como, por ejemplo, las pinzas con cabeza metálica (y no de plástico, como en Victorinox), las tijeras con placa deslizante de resorte (y no con una lámina doblada como tienen las Victorinox), o las fenomenales hojas dentadas. El vendedor me explicó que de Wenger no habían vuelto a saber nada y, por supuesto, tampoco conservaba ninguna de sus navajas (de haberla tenido obviamente habría elegido Wenger), y que desde su adquisición por parte de Victorinox, la otra gran competidora había desaparecido totalmente. Obviamente, a Victorinox no le interesaba continuar con Wenger, de manera que la adquirió simplemente para aniquilarla. Una pena.
Todo eso ha traido consigo bastantes consecuencias. Aunque las navajas de Victorinox siguen teniendo una calidad enorme, ya no prestan tanta atención a los detalles como antes, y eso es causa de que no lo necesitan, porque apenas tienen competidores en el mercado en donde se mueven. Ocurre un poco como Zippo tras la desaparición de IMCO, aunque la verdad es que Zippo ya le llevaba muchos años de ventaja a los austriacos y, sin embargo, Wenger y Victorinox estaban más bien jugando en la misma liga.
Como ejemplo de ello os diré que las antiguas navajas de Victorinox, y de Wenger, te venían en una pequeña cajita junto con un estupendo manual. Hoy no es así, esta pequeña navaja te viene en una funda de plástico -imitación cuero-, con solo una triste pegatina en el exterior donde se nos informa del modelo y del código de barras, así como de su acabado ("Classic red", las más baratas, los acabados "personalizados", como ocurre en Zippo, son significativamente más caros). En esa etiqueta sorprende que como domicilio de Victorinox, en lugar de Suiza, sea Düsseldorf (Alemania), y ya temía que hasta las navajas -o algunos modelos- hubiesen dejado de estar hechas en Suiza. Para comprobarlo solo hay que abrir la hoja y fijarse en su talón, y por fortuna no, seguía siendo "Swiss Made".
La navaja es realmente pequeña, mide 5,5 cmts. de largo (sin contar el aro), 1,7 cmts. de ancho (en su parte más ancha, contando el saliente de la hoja) y unos 0,8 cmts. aprox. de grosor, es decir: es sumamente pequeña. El modelo Victorinox 0.6223 podríamos considerarlo el modelo más "estándar", pero no es el único entre los modelos de bolsillo (o de llavero) de Victorinox, ya que se pueden elegir otros modelos con una pequeña "linterna" LED (entre comillas porque como linterna deja mucho que desear), o con cachas de madera. En la denominación interna de Victorinox (os adjunto un completo dossier con información sobre las mismas) vemos que el "62" hace referencia a las navajas que llevan tijeras y que son de 4 muelles -2,4, son las más estrechas-; el número "2" siguiente hace referencia a las navajas que incorporan lima de uñas y destornillador; y el último número hace referencia a los complementos bajo la cubierta.
La navaja, gracias a estar dentro de un expositor y no al aire libre, se encontraba muy bien aceitada, y todos sus útiles abrían y cerraban sin resistencia alguna (no como algunas navajas de ferretería, que se venden "a granel" y están todas metidas en cajas de cartón que acaban resecándose). Por supuesto, esto no durará siempre, y el aire exterior, el calor, y el contacto permanente con el polvo y suciedad ambiental (y de la ropa, etc.) hará que el aceite se degrade, se pierda y se vaporize, pudiendo llegar a dañarse la navaja (aunque sea acero inoxidable, puede corroerse, esa es la verdad). Para evitarlo Victorinox comercializa un aceite de muy baja densidad, especial para estos tipos de útiles, pero lo cierto es que cualquier aceite que no sea denso, tipo aceite de engrasar las máquinas de escribir, máquinas de coser, o el aceite fino del cableado de las bicicletas (por ejemplo, el de Sonax es excelente, por sus propiedades de protección contra la corrosión) nos servirá. Lo bueno es que son aceites muy baratos, mientras el oficial de Victorinox nos cuesta unos 6 €, el de Sonax suele andar por los 4 €, y es un aceite que, obviamente, nos durará muchísimo (para la navaja solo se necesitan unas gotas muy de cuando en cuando, en el momento en que empiece a notarse "dura" de accionar). Además, como he dicho, estos aceites nos suelen servir para múltiples usos.
Hay detalles en la navaja que he visto que no me gustan mucho, por ejemplo el sistema de unión de las hojas de las tijeras es por remache, y no por tornillo (en las Wenger eran por tornillo, que podías apretar y de esta manera la tijera era más duradera, en estas si tienes que cortar algo que las haga darse de sí, no podrás volver a apretarlas). También sigue sin convencerme la delicada chapa que hace de resorte de retorno en las mismas tijeras (que si la fuerzas, acaba partiéndose). Otro detalle es la lima. Sinceramente, no se si alguien usará en algún momento de la lima, supongo que no, y aunque no pese creo que sería mejor haber usado ese espacio en ponerle otra cosa. Como bien sabréis, la lima no es solo "para limar las uñas" (que también puede usarse), sino que otro de sus cometidos es servir de sistema para poder encender un fósforo (una cerilla). Esto era útil antes, cuando estas navajas empezaron a hacerse populares, pero con los fósforos de seguridad actuales (que solo encienden en el soporte expreso para tal fin incluido en sus cajas) ha perdido totalmente su función. Yo hubiera puesto en lugar de la lima, una hoja de sierra en pequeño, que me parece tremendamente más útil y, en un lateral de dicha hoja, haber incluido una zona con la lima grabada, de esta forma tendríamos una herramienta más sin ocupar espacio extra. Pero lógicamente en Victorinox es algo que no creo que vayan a hacer, y menos ahora que no tienen la competencia de Wenger ni nadie que les haga sombra y que venden de estas navajas a puñados porque, sinceramente, no hay mucha mas alternativa de su estilo en el mercado.
Para concluir, y dejando aparte lo excelente que es la navaja en sí (no descubro nada nuevo respecto a Victorinox), deja también bastante que desear el embalaje, que decepciona enormemente (podrían haberse esmerado en una mejor presentación, por el precio podrían incluso haber puesto una cajita de plástico) un embalaje que, además, no es muy recomendable de llevar encima, ya que al ser tan pequeño si se nos cae al suelo, como es tipo "de goma", no oiremos el ruido y podemos perder la navaja que llevemos en su interior. Queda el consuelo que sigue siendo una navaja cien por cien suiza (tal como están las cosas, es de agradecer que se sigan fabricando en el país alpino), y que medianamente cuidada nos durará muchos años de fiel servicio. Además, no está de mas recordar que sus piezas pequeñas que se suelen perder (el mondadientes y las pinzas) se venden aparte y no suelen ser difíciles de encontrar en tiendas de pesca, caza, y de supervivencia en general, por lo que evitamos comprar una navaja entera nueva.
Dossier: todo lo que necesitas saber sobre una navaja Victorinox (en español) [Descarga en pdf]:
| Redacción: esRevistas.com / esRevistas.blogspot.com
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